miércoles, 8 de febrero de 2012

Las piscinas cubiertas o el manual de la mala gestión



A continuación reproducimos el artículo publicado hoy en el Diario de Noticias sobre un asunto de sumo interés, que constituye una muestra más de la debacle en la gestión de la Alcaldía de la capital de la Ribera y que nos afecta a todos los ciudadanos de la zona. Escrito por Eneko Larrarte y Patxi Repáraz.  
"No nos digan que no resulta paradójico, que en un ayuntamiento en el que el gobierno está en manos de UPN desde que se proyectó la Ciudad Deportiva (hace más de 10 años), su desarrollo haya ido a salto de mata, sin ningún plan, ni lógica, ni coherencia"

Diario de Noticias.

Las piscinas cubiertas o el manual de la mala gestión

Dicen que bien está lo que bien acaba, pero añadiríamos que es difícil cuando algo se inicia y desarrolla con tal cúmulo de errores y sin un ápice de autocrítica. No nos digan que no resulta paradójico, que en un ayuntamiento en el que el gobierno está en manos de UPN desde que se proyectó la Ciudad Deportiva (hace más de 10 años), su desarrollo haya ido a salto de mata, sin ningún plan, ni lógica, ni coherencia. El último capítulo es la oferta del nuevo contrato de arrendamiento que incluye tres aspectos: gestión de las instalaciones para 30 años, asistencia para cuatro (socorristas de Ribotas y Elola, monitores, etc) y obra pública, aspirando a que una empresa desarrolle otras instalaciones deportivas complementarias, subvencionando entre todos la mitad de su coste hasta un máximo de 1,5 millones de euros.
Pretender figurar como quienes dotaron a Tudela de unas piscinas cubiertas sin un plan de viabilidad y sin acometer la inversión necesaria, ha provocado que hoy la instalación resulte muy deficitaria. En primer lugar por no desarrollar más instalaciones (gimnasio, pádel, cafetería, etc), lo cual le resta atractivo (un informe técnico municipal afirma que fue un error "cercenar el proyecto inicial"). Otro error fue la falta de un plan de viabilidad, pero es que, aún hoy, seguimos careciendo de uno que se precie. Tampoco se realizó la inversión necesaria en el aspecto energético, provocando que el gasto de calefacción se haya disparado e incluso se precipitó una inauguración prematura cuando parte de las instalaciones, sí, "los famosos chorros", no cumplían la normativa vigente en materia de legionella.
A la hora de hacer las piscinas se ahorró, pero por otro lado estaba gastando para nada; se pagaron 200.000 euros a un equipo de arquitectos para un proyecto del que no se ha ejecutado nada. ¡Y se pagó en el 2009 eh!, que ya estábamos inmersos en esta maldita crisis. Pero bueno incluso podría haber valido como proyecto para la obra pública, en lugar de apostar por que cada empresa plantee las obras que considere oportunas. Este es otro de los problemas que vemos en el pliego; no delimita un mínimo de instalaciones a realizar, provocando que ningún técnico sea capaz de prever la viabilidad de unas instalaciones deportivas, sin saber cuáles serán.
Una vez más y ya van muchas, vuelven a cometer el error de tirar hacia adelante con unas instalaciones, sin hacer un estudio profundo para conocer las necesidades y demandas de las y los tudelanos, ni hacer números en condiciones. ¿Tanto cuesta preguntar a los potenciales usuarios qué instalaciones demandarían?, ¿qué cuotas estarían dispuestos a pagar?, etc, etc, etc.
Aún así, y quizá siendo lo más grave del asunto, tampoco se ha establecido una segunda opción, un plan B, por si ninguna empresa se presenta al concurso, que podría pasar (y no lo deseamos).


¿Y si ninguna empresa aceptase la gestión de unas piscinas que hoy por hoy son deficitarias? El equipo de gobierno se empeña en seguir optando por la gestión indirecta sin ningún análisis previo (como si de un dogma de fe se tratara o como si fuese pecado la gestión directa), modelo de gestión que nos ha costado una sentencia de 440.000 euros, más el pago de las deudas de la última gestora, empresa a la que el Ayuntamiento ha reclamado más de 300.000 euros, encontrándose en concurso de acreedores, serán difíciles de ver.
¿Qué pasará en el futuro? El alcalde ya ha anunciado el cierre de las piscinas de Elola si se realizan unas de verano junto a las cubiertas. 


Y si la empresa propone unas tasas más altas que las de Ribotas (ya que tiene potestad para hacerlo), ¿quedarán estas como las piscinas de quienes no se pueden permitir el acceso a las nuevas? ¿Empeorará las situación económica del Consistorio por el trasvase de socios de las piscinas actuales (de gestión directa) hacia las nuevas (en la que la recaudación es para la empresa privada)? ¿Dispone el Ayuntamiento de los medios humanos y materiales necesarios para realizar el seguimiento de este contrato, en el que se ceden a la empresa X, las actuales instalaciones más las que ella ejecute, durante 30 años?, y así un sinfín de cuestiones sin resolver. 


Por nuestra parte solo nos queda esperar que esta última huida hacia delante salga medianamente bien y que tanto usuarios como trabajadoras y trabajadores no vuelvan a salir afectados.
Bueno, y nos queda otra cosa por aclarar: a la oposición se nos acusa de plantear hipótesis y dudas, mientras el equipo de gobierno presenta realidades. 
Quizá tengan razón. Hasta el momento UPN ha presentado una gran y nefasta colección de realidades en cada una de las decisiones que han ido tomando en relación a las piscinas cubiertas. 


Mientras nuestras compañeras de grupo antes, junto con nosotros ahora, sí, les planteamos hipótesis, ¡claro!; hipótesis de trabajo, para poder plantearnos escenarios y tomar medidas preventivas, prever posibles alternativas, y analizar sus consecuencias económicas y sociales. 


Pero por lo visto en el último pleno, al trabajo de los demás no parecen concederle ningún valor. 


Quizá deberían, pues el tiempo, la hemeroteca, las sentencias y la situación económica van poniendo a cada uno en su sitio. Y sí, tienen razón, ahí están cargados de realidades, ¡vaya que si lo están!
* Concejales de Izquierda-Ezkerra de Tudela

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